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Hace tiempo que los ordenadores de sobremesa perdieron el monopolio frente al auge imparable de los portátiles gaming. Las torres más altas parece que han caído. Pero el portátil no pretende sustituir al PC tradicional, nada más lejos, sino ofrecer una alternativa para jugadores en movimiento. Jugadores que no quieren o no pueden estar atados a un escritorio.

Sin embargo, a los portátiles gaming aún les quedaba una tarea pendiente: la doble pantalla.

Dos mejor que uno

Si preguntáis a cualquier persona que trabaje o juegue con ordenadores os dirá que tienen más de un monitor en su escritorio. Y raro es el ejemplo que baje de las 21 pulgadas. Es algo que ya totalmente estandarizado, una conveniencia a la que cuesta renunciar una vez la has «probado».

La doble pantalla a menudo se traduce en una productividad netamente superior, eficiencia y rapidez en las tareas… y también en el gaming. Y no hablemos de la inmersión.

Eso de tener cuatro programas y trece ventanas abiertas y accesibles al mismo tiempo es una comodidad a la que desgraciadamente los portátiles no han podido acceder hasta ahora. Sí, los equipos portátiles modernos cuentan con salida de vídeo para conectarse a un monitor externo, pero no nos engañemos, no es lo mismo.

El principal reclamo, la ‘gracia’ de un portátil es precisamente eso, su portabilidad. Si empezamos a añadirle cachivaches y conectarlo a estaciones estáticas al final lo que tenemos es una torre. Finita, pero una torre. Pero es el doble monitor está muy bien. ¿Qué tal si lo integramos en el propio hardware del portátil?

El primer portátil gaming con pantalla doble

Esa es la idea que debieron pensar los ingenieros de HP cuando su nueva creación se encontraba aún en fase de brainstorming. Y ahora que tenemos el producto final en el mercado podemos afirmar que fue una idea algo arriesgada, pero viendo la tendencia en este segundo tercio de 2019… una idea acertadísima.

 

El nuevo OMEN X 2S de HP no es solo la realización de una ambiciosa idea, es también una virguería tecnológica que hará las delicias de los aficionados del hardware y la informática.

Se trata del primer portátil gaming con doble pantalla. ¿Y dónde han metido la segunda pantalla? Os preguntaréis. Pues la segunda pantalla está integrada en la parte superior del teclado.

El OMEN X 2S ha tenido la brillante idea de desplazar el touchpad hacia una posición secundaria en el teclado para dar espacio a una segunda pantalla más pequeña, pero con las mismas funcionalidades que el monitor principal.

No estamos hablando de un añadido secundario ni de ningún gimmick; esa pantallita de 6» puede mostrar cualquier ventana del ordenador en tiempo real, incluidos los juegos. No solo eso, sino que además es táctil, por lo que es posible interactuar con ella de manera intuitiva. Como en tu smartphone.

Esto, claro, abre un mundo de posibilidades infinito. La presencia de un segundo ‘monitor’ en el equipo nos permite operar de la misma forma en la que lo haríamos de tener conectada una pantalla externa.

¿Queremos tener el Spotify abierto para cambiar de canción rápidamente? Lo tenemos. ¿Y si dejamos de fondo a nuestro streamer favorito en Twitch? ¡Pues claro! Y lo mejor de todo, ¿por qué no usarlo para obtener una ventaja extra en nuestros juegos favoritos?

Olvídate de pulsar el TAB

De todos es sabido que una grandísima parte de la población gamer utiliza un segundo monitor para poder realizar varias funciones sin tener que minimizar el juego. Tener la ventana de Discord a mano, mantener abierto el scoreboard para poder ver en todo momento cómo va la partida, una guía para el personaje y un sinfín de cosas más. Amigos del DOTA, ya sabemos que no os contamos nada nuevo.

¿Qué tal, por ejemplo, mostrar el minimapa en la segunda pantalla? La de muertes por la espalda de las que nos habría salvado en League of Legends. O la «primeras sangres» logradas.

Por no hablar de Fortnite, donde el control de un mapa que altera la zona de juego constantemente es absolutamente crucial para ganar una partida. Saber en todo momento por qué lado se va a ir cerrando el círculo, dónde van a caer las cajas de suministros o marcar puntos estratégicos para tus compañeros es mucho más fácil si lo tenemos todo encima del teclado. Cuántas Victory Royale se habrán echado a perder por abrir el dichoso mapa…

Esta doble pantalla presenta todo tipo de posibilidades, incluso nos serviría para gestionar una segunda partida y los skins de cada cuenta, para gestionar mucho mejor retos donde el mapa tenga que estar siempre activo —con una ventanita aparte—, como en las Zonas Ardientes o los distintos MTL (Modo de Tiempo Limitado) de la décima temporada.

 

La doble pantalla puede ser el aliado idóneo para completar los desafíos Prestigio de Viaje por Carretera, y acabar en Polvorín Polvoriento con un botín de envidia.

Unas ayudas que van más allá, depende de nuestra propia creatividad. En FIFA 19, por ejemplo, podríamos gestionar el mercado de fichajes, los contratos de nuestro club, o descargar la app de FUT y controlar todos los cambios desde estas seis pulgadas, sin salir del partido, ahorrando tiempo y bastante dinero, al poder atrapar las mejores subastas.

Doble potencia

Las comodidades de la doble pantalla tienen un precio. Si la usamos para tener un par de sheets/Excels a tiro y cambiar de canción en Youtube no necesitaremos un PC de la NASA, pero procesar un juego por partida doble es una tarea que está solo al alcance del hardware más puntero. O eso o jugar a 720 en «minimum». Por suerte, el OMEN X 2S puede con eso y con mucho más. Y aunque no pudiera, su fácil acceso al interior y su capacidad para ejecutar un intuitivo overclocking nos garantizan años de juego al más alto nivel de gráficos y rendimiento.

Para que llegue el momento de hacer overclocking queda mucho, mucho tiempo, en cualquier caso. Y, si no, atentos a las especificaciones del cacharro. Los hay de dos categorías. El pepino y el pepinazo. Eso sí, ambos son equipos con unas especificaciones técnicas abrumadoras.

El más potente cuenta con una NVIDIA GeForce RTX 2080 de 8GB GDDR6 VRAM, un procesador de última generación Intel Core i9 9880Hcon 8 núcleos y una pantalla principal con hasta 4K de resolución UHD.

Por otra parte, la segunda versión tiene también una NVIDIA de la nueva y flamante gama GeForce RTX. Una 2070 de 8 GB de VRAM GDDR6 a la que complementan un procesador también Intel Core i9 y un monitor de 1080p con una tasa de refresco de 144Hz, para que la respuesta entre el input del jugador y la acción del personaje sean instantáneos.

Las dos opciones tienen a disposición del usuario un espacio de almacenamiento ampliable que llega hasta los 2 TB de memoria ultrarápida SSD, así como 32 GB de memoria RAM DDR4. Suficiente para cualquier escenario de juego, incluso cuando nos dé por instalar los cuatro Call of Duty: Black Ops —spoiler: entre los cuatro suman casi 300GB—.

Ni que decir tiene que con cualquiera de los dos ordenadores podremos mover Fortnite y a más de 1080p y 60 fotogramas por segundo o más. Fortnite, y todo lo que le queramos echar. Esta doble pantalla no se resiente, al contrario, es una herramienta que se convertirá en algo imprescindible en tu flujo de trabajo y de juego. Ya verás.

Imágenes | Campus OMEN by HP