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A muchos de nosotros nos cuesta respirar en cuanto empiezan a apretar el verano. Sudores, pesadez general, falta de concentración… Y eso con menos de 30 ºC en casa. ¿Te has parado a pensar cómo funciona un PC cuando su CPU está a más del doble?

Porque sí, un ordenador poco tiene que ver con nuestros blandos y macilentos cuerpos, pero igual que nuestro organismo necesita mantener una temperatura óptima para seguir vivo (o, como mínimo, sano). No podrá sacar 120 FPS a Rage 2 en pleno verano sin la ayuda de un buen sistema de refrigeración.

Para un PC, el exceso de temperatura puede ser tan peligroso como una insolación grave. Por ello que los fabricantes utilizan diversos avances diseñados para mejorar el perfil térmico de sus componentes y la evacuación del calor. Algunos son más conocidos que otros, pero todos tienen numerosos mitos y se prestan a dudas relacionadas con su funcionamiento. Vamos a intentar arrojar algo de luz sobre estas cuestiones.

Refrigeración activa por aire: ¿caballo grande, ande o no ande?

La técnica más extendida y fiable

Son la forma más simple de enfriar cualquier tipo de componente. La función básica de un ventilador es tomar el aire caliente generado por un componente colindante y enviarlo al exterior. En una torre gaming bien diseñada también habrá uno o varios ventiladores exteriores que introducen aire frío al ordenador para generar un ciclo constante de refrigeración.

Casi todos los ventiladores de PC poseen motores sin escobillas, eficientes y silenciosos, así como una serie de aspas especialmente diseñadas para maximizar el desplazamiento de aire. El flujo o caudal se mide en CFM o pies cúbicos por minuto, concepto que en su unidad básica equivale a 28,31 litros de aire desplazados por minuto. A más CFM, mayor capacidad de enfriamiento.

Se trata de un dato teórico, puesto que la presencia de otros componentes (incluyendo otros ventiladores activos) supone un obstáculo. Una forma de lidiar con estos problemas es utilizar conductos de ventilación específicos para cada componente, asegurándonos de que el aire se introduce (o se evacúa) allí donde hace falta.

Un CFM elevado se puede obtener de dos formas distintas: con aspas de mayor tamaño o con velocidades de giro más elevadas. Ambos pueden conducir a un mayor nivel de ruido, por lo que hay que buscar el equilibrio. Asimismo, una tarjeta gráfica difícilmente podrá acomodar ventiladores de 120 o 140 mm como los instalados en el chasis de una torre gaming de alto rendimiento para evacuar el aire caliente al exterior.

Pero cuidado, no todos los ventiladores son iguales

Por norma general, los ventiladores son muy fiables y económicos, pero tienen sus inconvenientes. Añaden cables, son voluminosos y (sobre todo) generan ruido. Los modelos más baratos, de hecho, pueden resultar molestos. Lo que mucha gente desconoce es que ese ruido no es generado por el motor en sí mismo, sino por el diseño de aspa y el tipo de rodamiento o cojinete utilizado. Estos son los más habituales:

  • Rodamiento de casquillo: este tipo de rodamientos utilizan un sencillo buje lubricado. Son muy baratos y hacen poco ruido, pero tienen una vida útil limitada. Suelen encontrarse en fuentes de alimentación baratas y en las paredes de las torres.

  • Rodamiento de bolas: son muy resistentes y más caros. También más ruidosos. Los más económicos utilizan bolas de acero, pero también hay modelos cerámicos, más sofisticados, e incluso cubiertos con teflón.

  • Rodamientos de fluido e hidrodinámicos: podrían considerarse una versión mejorada de los de casquillo. En lugar de derramar una pequeña cantidad de aceite para lubricar el mecanismo, el buje en sí mismo contiene una cantidad de aceite entre dos sellos herméticos. Se pueden encontrar en tarjetas gráficas de alto rendimiento y procesadores.

  • Otros rodamientos: aparte de estos modelos también hay versiones con bujes estriados helicoidales para facilitar el reparto de lubricante y mejorar la durabilidad, así como sistemas magnéticos, mucho más caros, pero también enormemente resistentes y muy silenciosos. Estos últimos han aparecido como componente posventa para aficionados al moddingmás serio.

Fabricantes como OMEN by HP utilizan en sus equipos ventiladores con cojinetes de alto rendimiento. Ofrecen un buen caudal de aire con un ruido muy ajustado, y si es necesario, el propio usuario puede cambiar el número de revoluciones por minuto para mejorar sus prestaciones o reducir el número de decibelios.

Disipadores: cuando el ruido no es una opción

Baratos, sencillos y totalmente silenciosos

El disipador es una buena forma de refrigerar componentes individuales sin generar el más mínimo ruido y por relativamente poco dinero. Su funcionamiento no podía ser más simple, puesto que facilitan el intercambio de calor con el ambiente mediante contacto.

Como regla general, a mayor superficie, mayor capacidad de disipación de calor. Por este motivo todos disipadores cuentan con una gran cantidad de aletas cuidadosamente estudiadas para extraer el calor del componente en cuestión y al mismo tiempo asegurarse de que ese aire calentado se evacúa con facilidad en lugar de quedarse atrapado. No obstante, un disipador excesivamente grande puede ser poco eficiente; todo depende del diseño.

Dado su funcionamiento, los disipadores se suelen realizar con metales de baja resistencia al calor. Suele utilizarse aluminio, pero también hay modelos de alto rendimiento fabricados en cobre y hasta titanio.

El mejor amigo del ventilador (que rara vez su sustituto)

Contrarrestar el calor generado por un procesador trabajando a pleno pulmón requeriría un disipador de tamaño monstruoso, por lo que nunca verás una torre gaming totalmente pasiva. Sin embargo, se complementan muy bien con los ventiladores. Las corrientes generadas por las aspas se mueven entre las aletas de los disipadores para facilitar la circulación del calor, creando la combinación perfecta.

Dicho esto, algunos ordenadores de gama baja se refrigeran sólo mediante disipadores. Son equipos con chips de bajo rendimiento y que no generan mucho calor, por lo que es posible evitar el uso de ventiladores.

Son los menos, y nunca para juegos. De hecho, los requisitos de los equipos gaming más potentes hacen necesario utilizar disipadores hasta en la memoria RAM. La gama OMEN by HP es un buen ejemplo, puesto que integra módulos Hyper-X con disipadores integrales de aluminio. Solo así se puede garantizar un funcionamiento óptimo incluso en condiciones de overclocking.

Refrigeración líquida: nivel Pro desbloqueado

Cuando la eficacia se une al espectáculo

Por último, tenemos la siempre exótica refrigeración líquida. En esencia, se trata de hacer lo mismo que con un ventilador, pero usando un fluido especial bombeado en circuito. El líquido transporta el calor desde el componente a enfriar hasta un radiador en el chasis de la torre, donde es expulsado al exterior.

Generalmente no se utiliza agua normal y corriente, sino fluidos especiales. Son anticorrosivos, por lo que no dañan el aluminio ni el cobre de los disipadores, y tampoco transmiten la corriente eléctrica.

Este fluido se almacena en un tanque o depósito y debe ser movido a través de varios tubos usando una bomba. El conjunto es efectivo y visualmente espectacular (sobre todo si se usan tintes reactivos a la luz), pero también muy voluminoso y no apto para novatos.

 

Dados los requisitos de espacio y tamaño, la refrigeración líquida solo se incluye en torres de cierto cubicaje. Que HP haya podido integrar un sistema parcial de Asetek en el delgado OMEN Obelisk dice mucho sobre la profundidad del trabajo de diseño.

Mitos y leyendas de la refrigeración líquida

La tecnología de refrigeración líquida tal vez sea la más mitificada de todas. Y es que, en contra de lo que algunos creen, no es la panacea. No solo es la más cara y compleja, sino que presenta riesgos importantes. Por este motivo su instalación solo debe quedar en manos de profesionales. Lo contrario es jugar con la suerte.

Por otro lado, no pocas personas creen que la refrigeración líquida no genera ruido alguno. Lo cual es falso. Porque puede ser muy silenciosa, pero sigue necesitando una bomba para mover el fluido.

Además, lo normal es utilizar sistemas de refrigeración parciales, aunque especialistas como la firma estadounidense Maingear se haya atrevido a crear máquinas tan locas como un OMEN X líquido.

Habitualmente los sistemas de refrigeración líquida se utilizan solo para la CPU y/o la GPU y, más en concreto, en equipos con overclocking. El radiador donde se produce el intercambio de calor con el aire del exterior suele recibir la ayuda de varios ventiladores de gran tamaño «soplando» hacia fuera, evitando así que se concentre el calor dentro del chasis.

Así que, en contra de lo que muchos creen, los equipos con refrigeración líquida suelen tener ventiladores. Menos, pero están ahí.

Si no te la juegas con la CPU o la gráfica, tampoco deberías hacerlo con la refrigeración

Como sucede en los seres humanos, la termorregulación también es necesaria para el correcto funcionamiento de un PC. Tener un ordenador bien ventilado y adecuadamente refrigerado no solo nos permitirá elevar su rendimiento de forma segura mediante overclocking, sino que garantizará una buena salud durante años y años de juego al más alto nivel, evitando averías y el temido thermal throttling.

Es por este motivo que a la hora de buscar un PC para juegos no solo debemos fijarnos en la potencia de la tarjeta gráfica o de la CPU. También debemos asegurarnos de que estos componentes no convierten nuestro PC en una auténtica estufa. La única forma de lograrlo es usando sistemas de refrigeración y ventilación adecuados. Que no solo implica una elevada capacidad de enfriamiento, sino una elevada resistencia a los fallos y un estudiado perfil sonoro para lograr un funcionamiento casi silencioso.

Imágenes | HP OMEN, Asetek, Hyper-X, MaingearNoctua