League of Legends es un juego en continua evolución. Es la naturaleza de los juegos como servicio, un concepto de productos en constante cambio y evolución que capitanea el MOBA de Riot Games.
Gracias a las modificaciones que la compañía californiana introduce de manera regular cada cierto tiempo, el juego se mantiene fresco y excitante aún siendo ya todo un veterano de los eSports que se acerca velozmente al decenio de vida.
Campeones, modos de juego, aspectos temáticos… Novedades de toda índole que ayudan a que el título siga aferrándose a los primeros puestos de los videojuegos más jugados 8 años después de su lanzamiento. Pero no solo de skins vive el LoL.
Y es que a estas novelerías varias hay que sumarle algo todavía más significante: los cambios de equilibrio.
League of Legends se actualiza aproximadamente cada dos semanas para incrementar –o limitar– la potencia de ciertos campeones. También para corregir algún que otro fallito o para cambiar radicalmente el estilo de juego de uno o más campeones. O incluso del propio juego en sí.
Esa es la fuente de la vida eterna de la que beben LoL y otros multijugadores de renombre como World of Warcraft. Y tras tantos años de contenido de calidad y actualizaciones de equilibrio acertadas, los desarrolladores se han ganado la confianza de la comunidad, que al fin y al cabo es lo que más importa.
La credibilidad y la fiabilidad de un producto es la clave de su éxito. Ya sea un MOBA o un ordenador gaming potente como los que ofrece HP y su conocida gama OMEN. Por eso, aunque un campeón fuera excelente en su rol hace 4 años, es posible que ahora no se coma un rosco en su posición o incluso que su rol sea ahora diametralmente opuesto al que tuvo en un inicio.
Veamos cómo están ahora las cosas en cada rincón de La Grieta del Invocador. Los campeones que triunfan y lo que se esconde tras su popularidad.
1. Toplane
La línea superior siempre ha sido el hogar de los tanques. Allí hemos sido testigos del ascenso y caída de leyendas como Garen capa solar, una extinta build que consistía en comprarle al campeón demaciano todas las capas solares que tuviese el tendero en venta y encomendarse al temible spin2win para ganar partidas él solito.
Ahora la cosa está más equilibrada, por suerte. Y aunque no hay aberraciones como la anteriormente expuesta, están esos campeones que siempre serán una elección correcta para la toplane.
La linterna multiusos de Jax
Jax es un campeón de los que nunca fallan, de los que siempre están ahí.
Es fácil de usar, goza de una movilidad destacable que le permite abalanzarse sobre un carry enemigo de forma sencilla y directa, así como escapar del peligro saltando sobre un enemigo. Su destructiva capacidad de ataque está fuera de toda duda; Jax lo mismo deletea a un ADC en un segundo que tumba dos torres seguidas, con lo cual también es eficaz en el splitpush, una estrategia muy viable en la SoloQ, la cola clasificatoria en solitario.
Pero es que también nos puede valer como tanque secundario (o incluso primario dependiendo de la partida) gracias a su enorme poder de iniciación, sus respetables estadísticas defensivas y su doloroso stun. Si lo ves girar su lámpara, corre.
Eso sí, para alcanzar el máximo potencial de Jax hay que aguantar. Es un campeón que depende en gran medida del scaling, es decir, que se hace mucho más fuerte a medida que transcurre la partida. Estando como está el meta, no obstante, no tenemos de qué preocuparnos; tendremos tiempo de sobra.
Sion el inmortal
El fornido guerrero noxiano lleva algunas semanas provocando el auténtico terror en las partes altas de la Grieta del Invocador. Una aglutinación de factores imprevistos ha catapultado a Sion más allá del 50% de winrate incluso en los rangos más altos de la clasificación.
Su E fue buffeada de manera accidental mientras Riot intentaba solucionar un bug en el kit del campeón. Esto, sumado a la ya de por sí exagerada efectividad de la habilidad para farmear desde la distancia, dañar al adversario e incluso expulsarlo de la línea, hizo de Sion un digno permaban. Este apocalíptico acontecimiento llevó a jugadores de la liga coreana a elegir a Sion incluso para jugar en la midlane, y fue enmendado con el parche 8.5. En parte.
Y es que Sion sigue destruyendo los sueños de muchos aspirantes a Werlyb con su feroz inmortalidad, sus iniciaciones y stuns interminables y lo que es más importante, sus irrisorios tiempos de enfriamiento. Estamos hablando de que en el lategame, la ulti de Sion se puede usar cada 28 segundos si invertimos en reducción de enfriamiento vía runas y objetos. ¡28 segundos!
Camille, la saltimbanqui asesina
Lo que a Camille le falta de tanque lo tiene de daño, de movilidad y de utilidad. La campeona de las patas robóticas sigue aferrándose a la toplane gracias a su increíble movilidad, pero lo que la hace una habitual de los altos lindes de la grieta es sin duda su ultimate, capaz de encerrar a un objetivo clave del equipo contrario y cortarlo a gusto en pedacitos sin que nadie la moleste.
Bueno, eso y su otro saltito anti-stuns, su peligrosa presencia en la línea (al menor descuido la tienes encima mandándote a casa de un sablazo) y muchas otras cosas más que hacen de Camille un ban or pick.
2. Midlane
En la línea central siempre nos solemos encontrar con viejos conocidos, pero también algún que otro recién llegado. Y este parche no es diferente.
Zed, R y adiós
Siguiendo esta tradición tenemos al incombustible Zed dominando las midlanes de la SoloQ en medio mundo. Eso cuando no está baneado, claro, que no suele ser muy a menudo.
Está claro el por qué de que el ninja más escurridizo de Runaterra tenga tanto éxito. Es difícil de dominar, sí, pero su ultimate es bien sencilla de entender: pulsa R, mete unos cuantos navajazos extra y vuelve a pulsar R. Adiós carry.
Así es como ganan partidas los Zeds más competentes, y ahora que el objeto Cinturón de Mercurio no elimina su ulti, los campeones blanditos son más vulnerables que nunca a su combo de la muerte, y es por eso que casi siempre se gana un contundente baneo doble en la sala de selección de campeón.
Swain, el recién llegado
Bueno, técnicamente es uno de los campeones más antiguos, pero Swain recibió hace poco un exhaustivo rework que cambió de manera sustancial sus habilidades y su aspecto.
Quizás por la falta de experiencia de los enemigos, quizás porque a Riot se le haya ido un poco la mano con los números, pero lo cierto es que el primo de Lucius Malfoy es un midlaner en alza. Mantiene su característico sustain y su CC (stuns, inmovilizaciones, silencios, etc.), pero gana en versatilidad y daño. No es difícil adivinar por qué está triunfando tanto su nuevo yo.
El tiburón zampacarries de Fizz
Al igual que Zed, Fizz sigue siendo un campeón altamente cotizado. Y por la misma razón, además. Su incomparable talento para hacer oneshot.
Es decir, cargarse a un campeón de un solo golpe y de manera prácticamente instantánea e ineludible. Por eso, y por su movilidad. Porque si Zed es escurridizo, lo del saltito anti-cualquiercosa de Fizz es para tirarse de los pelos.
Su tiburón sigue engullendo a pobres ADCs y magos por doquier, y eso es algo que se valora mucho en la SoloQ, donde priman las muertes de objetivos clave y el juego individual.
Y más si tenemos en cuenta que l meta actual pone especial énfasis en el scaling y en los ADCs que derriten a cualquiera una vez entrado el lategame.
3. Jungla
Los tanques en la jungla están de capa caída. Siguen viendo juego, pero ahora lo que se llevan son los asesinos ágiles para colarse en la jungla del enemigo, matar a unos cuantos bichos y salir corriendo. Y si puedes matar a un enemigo por el camino, mejor.
Lee Sin, rey de la selva
Si hay algo que jamás cambiará es ver a Lee Sin una partida sí y otra también.
El luchador ciego más famoso después de Daredevil es un asiduo de la jungla desde que llegara a la grieta allá por el 2011. Su movilidad es una de las mejores del juego, su efectividad a la hora de invadir y robar buffs enemigos es muy alta y lo mejor de todo: puede descolocar a todo un equipo de un patadón.
No nos sorprende que Lee siga molando en 2018.
Kayn, el aspirante en auge
Pero a Lee le ha salido competencia en Kayn, uno de los últimos campeones en unirse a la liga.
Este estiloso medio-demonio y su guadaña se han ganado a pulso un puesto en los bosquejos de la jungla gracias a su movilidad (¡atraviesa muros!), pero especialmente gracias a su flagelante daño individual capaz de oneshotear a cualquier carry estando bien comidito.
Maestro Yi, el antisilver
Otro peso pesado de la jungla de los de toda la vida es el Maestro Yi, la pesadilla de las ligas inferiores.
Sí, Yi sigue siendo poco menos que completamente inútil frente a un equipo bien coordinado y de buen nivel de juego típico de Challenger o de la LCS, pero, ¿frente a una cuadrilla de pollos descabezados como suelen ser todos los equipos que nos tocan en la cuando jugamos solos? Ahí Yi es el anticristo. O el antisilver, como algunos lo llaman.
Farmea un poco, gankea un par de veces y si no te llevas ninguna muerte no pasa nada, solo tienes que aguantar el tipo hasta la mitad del encuentro y robar un par de asesinatos para iniciar un snowball que acabe en pentakill, Barón Nashor y nexo.
4. ADCarry
En la parte inferior del mapa seguimos un poco igual. Los mismos de hace semanas siguen dominando una botlane que pide a gritos un revulsivo que lo ponga todo patas arriba.
Xayah es la nueva Vayne
Xayah sigue siendo la reina del baile. Su daño continúa despellejando a cualquier enemigo gracias a su peligroso burst, pero si hay algo que la eleva por encima del resto es su ultimate, que emula a Fizz y a Camille para librarse de cualquier tipo de ataque o stun que se le acerque si lo activa en el momento adecuado, haciendo que sea prácticamente intocable en buenas manos.
Jhin no baja el telón
Jhin, otro viejo conocido de la botlane, sigue también haciendo de las suyas por ahí abajo. Aunque este, por extraño que parezca, no debe su popularidad a su movilidad. No, a Jhin lo que le van son los headshots desde el quinto pino.
Tristana, la jefa del lategame
Por último tenemos que hablar de la infalible Tristana, una apuesta segura muy conveniente para principiantes, pros y cualquiera que aprecie la integridad física de su campeón, los saltos infinitos, los quadrakills y ser una bestia al final de la partida.
Eso sí, para llegar a ser un dios del lategame con Tristana hay que currarse las primeras dos fases, que es el punto débil que comparte con otras campeonas célebres como Vayne. En esto, Jhin y Xayah le llevan bastante ventaja.
5. Support
El estado actual de los supports es quizás el más interesante. Campeones que hace unos meses eran pick obligado en la botlane son ahora meh, mientras que algunos otros han escapado del cajón de los olvidados para hacerse con el control de la línea.
Rakan, el novio de la muerte
Como era de esperar, la popularidad de Rakan es muy alta, y es lógico que esté ligada al éxito de Xayah dada la sinergia exclusiva de la que disfrutan ambos campeones si juegan en el mismo equipo.
El novio de Xayah se ha consolidado como uno de los supports tanque más solicitados de la botlane, por encima de glorias de otrora como fueron Leona o Tahm Kench.
El retorno de Lulu
No sabemos muy bien cómo ocurrió, pero hubo un tiempo no muy lejano en que Lulu estuvo olvidada casi por completo. Igual es porque campeonas como Karma la eclipsaban en todas sus facultades, pero lo cierto es que la yordle más simpática (o terrorífica, según cómo se mire) ha tardado en volver al candelero.
Ahora, su ulti salvavidas, su CC, sus escudos y sus buffs vuelven a ser reclamo infalible para los supports de todo el mundo.
La mano de dios
No hablamos de Maradona, no. Hablamos de Blitzcrank. Y es que su mano robótica desplegable es capaz de decidir ella solita el destino de un campeón enemigo, y con él, el desenlace de una partida.
Sí, Blitzcrank sigue siendo uno de esos campeones de todo o nada, pero es que cuando es todo, es muy todo. Minuto 37, Blitzcrank agarra al ADC enemigo: Barón, Torre o Nexo gratis. Es así de sencillo.
Los que nunca fallan
Hay campeones que siempre estarán ahí. Jax, Lee Sin, Blitzcrank. Podrán llegar cien Zoes y mil Kayns, que nunca les quitarán el puesto. Confiamos en ellos, conocemos todas sus bondades y sabemos que nunca nos van a fallar. Por eso nunca dejaremos de echar mano de ellos.
Y es que cuando algo nos gusta y nos va bien, siempre repetimos. Como esos auriculares que nos duraron 4 años o el juego que nos hemos pasado 7 veces y media.
O como los PCs OMEN by HP, pensados por y para el jugador con el objetivo firme de jamás dejarnos tirados. En el mundo del PC puedes ir a lo seguro o puedes jugártela. Quienes tiran por el camino que marca esto último probablemente lo hagan porque quieren explorar varias opciones en lugar de comprar una torre preconfigurada y cerrada con pocas opciones de configuración.
Pero, ¿por qué hay que renunciar a las opciones cuando vamos a lo seguro? La gama OMEN by HP, aunando la fiabilidad y la comodidad del PC cerrado con la versatilidad del PC por piezas, ofrece un amplio abanico de alternativas para elegir lo que más nos convenga en función de nuestro presupuesto o nuestras exigencias en cuanto a fidelidad gráfica y rendimiento.
¿Quieres una colosal torre con una GTX 1080 de NVIDIA y un procesador Intel i7-7700 capaz de hacer sombra a la torre oscura de Sauron? Pues aquí tienes el 880-007ns de HP OMEN. ¿Prefieres un equipo algo más modesto pero que corra a tope de gráficos League of Legends, Fortnite, PUBG y cualquier juego reciente? Echa un ojo a los portátiles OMEN enfocados al gaming. ¿Prefieres construirlo a medida? OMEN X es tu aliado. Son dos de las muchas opciones que nos brinda el departamento de gaming de OMEN. Diferentes en especificaciones y precio, pero idénticas en una cosa: nunca nos van a dejar tirados. Como Lee Sin.