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Da igual cuáles sean tus preferencias de juego o qué clase de usuario seas, con un portátil como el OMEN 15 lo podrás disfrutar todo.

Eso sí, hemos de ser conscientes que hacerse streamer no es una carrera fácil. Se lo puedes preguntar a estrellas como Mayichi, community manager de OMEN y embajadora del proyecto Riders for Fun (R4F), que busca convertir a los creadores de contenido en referentes del entretenimiento electrónico. Para alcanzar el éxito, hace falta meter muchísimas horas de esfuerzo a través de una estrategia de creación de contenidos que priorice la constancia. No es simplemente cosa de ponerse a jugar, hay que tomar el pulso a las redes y planificar con semanas de antelación nuestras sesiones de juego.

Independientemente de nuestras metas, es necesario saber que solo disfrutaremos de nuestras sesiones de streaming si tenemos un hardware que nos permita jugar al mismo tiempo que emitimos, lo que implica un esfuerzo considerable de procesamiento. Las barreras de entrada no son enormes, porque un equipo gaming hecho y derecho, como cualquiera de la gama OMEN, podrá perfectamente con todo, pero hay que tener claros algunos puntos importantes.

Tus juegos favoritos definen tu setup

Lo primero de todo, vamos a tener que definir qué clase de setup queremos. Y, para ello, lo más rápido es mirar los juegos a los que queremos jugar.

Los títulos de acción en tercera persona y los FPS suelen requerir hasta el último hercio para brindar una buena tasa de fotogramas por segundo con el nivel de detalle adecuado. Esto supone que perderemos rendimiento si utilizamos el mismo equipo de juego para comprimir vídeo y emitir.

Debido a ello, los juegos de mayor acción (entre los que se cuentan algunos eSports) requieren una configuración de doble equipo. Así, podemos jugar con un equipo de sobremesa como el OMEN 30L con un nivel de detalle espectacular y dejar que un portátil de alto rendimiento, tal es el caso del OMEN 15, se encargue del procesamiento de vídeo para liberar recursos.

Esta configuración es la más poderosa, pero no tiene por qué ser la única. Si somos fans de la estrategia (desde el catálogo de Paradox a XCOM), los indies y el retro, los requisitos de estos juegos permiten utilizar un setup de un único equipo, mucho más sencillo, asequible y… móvil.

En este caso,para jugar en cualquier parte todo lo que necesitaríamos es un portátil gaming como el OMEN 15. Con un peso de poco más de 2 kg exhibe una pantalla de alta resolución y velocidad de actualización de 144 Hz para una experiencia de juego suave y definida, así como biseles estrechos para aumentar el área de visualización. Obviamente, si lo deseamos, podríamos un monitor de buen tamaño y resolución para gestionar desde ahí el procesamiento de vídeo y las interacciones con nuestro público. El OMEN 27i sería una excelente opción gracias a su panel Nano IPS de 27 pulgadas y 2560 × 1440 píxeles, que proporciona espacio de sobra para el software de streaming y edición.

CPU, GPU… No te va a servir cualquier cosa

Desde luego, tanto la CPU como la GPU van a ser importantes. Da igual si utilizas un setup monoequipo o si te inclinas por el combo de torre y portátil: vas a necesitar toda la potencia disponible para jugar y procesar vídeo, así que no puedes conformarte con menos que una configuración gaming.

En este sentido, podemos señalar que tanto los procesadores Intel Core de 11ª generación como las últimas hornadas Ryzen de AMD son simplemente brillantes. Y, si apuntamos a sistemas Core i7 o Ryzen 7, tendremos el rendimiento adecuado tanto si lo queremos para jugar como para trabajar con vídeo… o incluso ambas cosas al mismo tiempo.

Con esto dicho, cada procesador tiene sus puntos fuertes. Por ejemplo, de Intel destaca un rendimiento mononúcleo muy potente, lo que generalmente da tasas de FPS en juegos ligeramente mayores a igualdad de ficha, mientras que el multithreading de AMD consigue que las herramientas de edición vayan volando.Esto hace que los OMEN 15 Ryzen sean plataformas sumamente polivalentes para vídeo y solución monoequipo gaming+vídeo.

Si hablamos de tarjetas gráficas, la cosa está bastante más clara, y más aún en ordenadores portátiles como el OMEN 15Solo la gama RTX de Nvidia proporciona el rendimiento necesario para jugar a tope de FPS y procesar vídeo al mismo tiempo. Concretamente, la GeForce RTX 3060 ofrece un rendimiento increíble con tecnología Ray Tracing, los nuevos Tensor Cores (multiprocesadores de streaming) y memoria G6 de alta velocidad. Además, software de streaming como OBS está especialmente optimizado para la familia GeForce, así que la elección es sencilla.

Por otro lado, la propia Nvidia ofrece herramientas específicas para streamers que explotan las funciones de sus tarjetas más avanzadas. La más notable es RTX Voice, un complemento que utiliza rutinas de IA para silenciar los ruidos no deseados de nuestro entorno.

Y, para redondear la experiencia portátil, el equipo de OMEN integra un teclado RGB con retroiluminación de cuatro zonas independientes. Es más, las teclas WASD están señalizadas para resaltar las teclas de control y todo se gestiona fácilmente desde el panel de OMEN Gaming Hub.

No te la juegues con la conexión

Otra cosa que debes cuidar es la conexión a Internet. Vas a tener que poner cota al lag para que la sesión de juego sea lo más fluida posible, pero también dejar ancho de banda suficiente al software de streaming que utilices. Y el resto de tus aplicaciones, que estén desconectadas de la red para que no interfieran en el stream.

Para conseguir esto, podemos hacer dos cosas: conectar el equipo por Ethernet al router, de forma que no dependamos de la estabilidad de nuestra red WiFi (que puede tornarse temperamental en el peor momento), y usar el intensificador de red del OMEN Gaming Hub, que permite asignar la prioridad en el acceso a Internet de todas las aplicaciones que tengamos abiertas.

Aunque muchas veces la conexión al router de un portátil puede ser más complicada, puesto que muchos fabricantes han decidido eliminar el puerto Ethernet de sus equipos, no ha sido así con OMEN. El OMEN 15 integra un puerto semiescamoteable que ayuda a mantener un perfil relativamente bajo, pero sin perder esta característica tan necesaria para cualquier streamer.

Además, si estamos utilizando una WiFi pública, nos protege contra los hackers gracias a EXPRESVPN, que facilita ocultar la dirección IP y cifra los datos de la red para que nadie pueda ver lo que hacemos.

Máxima personalización incluso con un ordenador portátil

Por supuesto, ordenador y monitor no son los únicos elementos que se requieren para iniciarte en el streaming. También necesitarás una buena cámara, un micrófono de calidad y, si quieres subir de nivel, una botonera para facilitar la gestión del streaming mediante el uso de macros independientes del equipo.

Esto implica puertos, puertos y más puertos. Y de nuevo, muchas complicaciones si no utilizas el portátil adecuado. Encima, un hub USB solo añade más lío a tu mesa. La alternativa es clara: buscar un portátil que lo tenga todo. De nuevo, OMEN piensa como nadie en los streamers, implementando en el OMEN 15 un USB-C con DisplayPort, tres USB Type-A, una salida Mini DisplayPort y finalmente un HDMI 2.0a.

Todo este repertorio de conectores permite utilizar virtualmente cualquier combinación imaginable de micros, cámaras y pantallas externas (incluso podrías crear un setup de doble monitor para juego y edición), así como añadir teclados y ratones externos para mejorar aún más nuestra experiencia de juego cuando no exigimos la máxima movilidad.

En cualquier escenario, el OMEN 15 es una espectacular herramienta para todo tipo de jugadores y toda clase de juegos. Solo o combinado con otros dispositivos, siempre podemos dar una nota de color a nuestro stream gracias a la iluminación RGB programable del OMEN Gaming Hub. Una razón más para buscar un ecosistema de accesorios unificado como el que solo ofrece OMEN.

Imágenes | OMEN, Nvidia