La industria del videojuego no descansa. A cada poco un estándar eleva la apuesta del anterior. Más RAM, menos nanómetros y más inmersión. Porque los teraflops son apenas un número. La virtud reside en construir experiencias interactivas mas fluidas y ágiles. Para ello, la tecnología ha dispuesto de distintas herramientas.
¿Y cuáles son? Hemos recogido las nueve más notables de entre las cientos que, presuponemos, están empujando y haciendo evolucionar el mundo del gaming desde ya mismo.
Ray tracing, la new big thing
El videojuego en 2021 no se entenderá sin ello. Es la base sobre la que construir el futuro: si todo el color se fundamenta en la luz, el realismo en los videojuegos depende irremediablemente de esta tecnología.
Pero el auténtico ray tracing es un verdadero devorador de recursos. Se ha llegado a decir que apenas estamos atisbando la superficie de su potencial.
Esta tecnología analiza la superficie y el movimiento de todos los objetos y, a cada cambio, una nueva respuesta. Imagina el cálculo de estar gestionando este movimiento aleatorio de elementos sobre un espacio, y la interacción entre ellos, de renderizar en tiempo real y proyectar nuevas sombras y reflejos con cada modificación. Un pico constante que hace papilla casi cualquier equipo.
Es por ello que necesitamos potencia y es aquí donde la familia OMEN by HP puede presumir de músculo, alimentado con la arquitectura NVIDIA Turing y la compatibilidad total con las últimas funciones de DirectX 12: desde las torres de escritorio a portátiles como los nuevos X2 S o el flamante Omen 17, con gráfica GeForce RTX 2080 con 6GB dedicados. Suficiente para sacarle todo el jugo a los últimos estrenos.
Del Ultra HD a…
El 4K HDR como estándar es ya una realidad frente a la mayoría de estudios desarrolladores. Los últimos Assassin’s Creed o Doom Eternal permiten decenas de configuraciones para sacar el máximo provecho a cada perfil de color.
El 1080p y los 60 hertzios ahora es la base donde comenzar, el estándar mínimo. El salto de HDMI 1.0 a DisplayPort 1.4 es abismal en parte debido a un incremento de ancho de banda que facilita mejoras también en el audio, como el nuevo Dolby Atmos, que posiciona cada objeto de sonido en un lugar independiente, y no por canales estéreo (derecho e izquierdo).
Si echamos un vistazo a la última generación de monitores OMEN X 27, un modelo a 240 Hz y HDR y capaces de cubrir el 90% del espacio de color DCI-P3, advertimos que no solo es importante que un desarrollador construya un gran juego, sino que el hardware esté a la altura de las exigencias, otorgando gran respuesta de píxeles, conectividad más avanzada y resoluciones más altas que redundan, en último término, en una vista menos cansada y una reproducción más fidedigna.
La ventilación híbrida
Controlar a la velocidad que gira el ventilador y ajustar la disipación según la exigencia de cada tarea. Aunque muchos equipos no cuentan con esta función, es la solución a muchos de los problemas que genera una mala refrigeración en PC: consumo excesivo de energía, ruido constante, pantallazos negros por exceso de temperatura, etcétera.
En este particular, la familia OMEN by HP lleva ventaja. La aplicación Command Center es un launcher para PC creado por HP capaz de esto —y de bastante más, como veremos adelante—. Desde la misma aplicación podemos crear y guardar perfiles que servirán para obtener el mejor rendimiento con cada equipo.
Dejemos de pensar en los viejos cooler de plástico a piñón fijo. Los tiempos han cambiado. Sin ir más lejos, el OMEN X by HP 2S cuenta con un sistema híbrido compuesto por cinco ventiladores y una bahía de refrigeración líquida. De esta manera, el sistema habilita o deshabilita según la necesidad del equipo, algo que podemos modificar con un click desde el Command Center.
Realidad Virtual, pero de verdad
2020 ha sido el año del cambio. A No Man’s Sky y al magnífico Resident Evil 7 se suma otro peso pesado. Valve ha dado el puñetazo sobre la mesa con Half Life: Alyx, su particular «así se diseña un shooter en RV», el 101 del diseño marca de la casa. Los padres de Counter Strike o Portal han sabido construir un juego donde puedes tocar el piano o pintar una ecuación con un rotulador. Un éxito tanto para jugadores como los propios desarrolladores.
Eso sí, tengamos en cuenta que para jugar según las especificaciones óptimas necesitamos 16GB de RAM DDR4 en adelante, una NVIDIA GeForce GTX 1070 o superior y un sistema operativo de 64 bits. De cualquier otro modo tendremos que bajar los requisitos del juego. Y con gafas de realidad virtual, este downgrade se notará especialmente.
Reconocimiento por voz
La IA entró en los hogares por medio de los asistentes, de los altavoces inteligentes y demás. Actualmente, no solo podemos encender o apagar la consola con un simple aviso. Uno de los cambios lo percibimos frente a la presentación de Stadia, sus retos, y las últimas patentes publicadas: poder preguntar en tiempo real cómo mejorar el juego o, si nos atascamos, la inteligencia artificial nos ayuda a superar obstáculos.
En la actualidad podemos incluso usar dictado por voz para controlar algunos juegos e interactuar mientras con nuestro equipo de combate, reproducir música o hacer la lista de la compra sin salir de la partida. Y en el futuro, quién sabe, tal vez podamos tener una conversación con un NPC como si estuviésemos hablando con algún amigo.
Coaching virtual
Si bien la IA ha ido mejorando generación tras generación, este ha sido otro punto negro a corregir. Gracias a los algoritmos de aprendizaje adaptativo —deep learning—, la forma en la que piensan las máquinas no es fija, sino que va evolucionando cuanto mayor es su base de datos, corrigiendo errores y salpimentando con una pizca de aleatoriedad humanizadora.
Esto en los videojuegos se ha traducido en el audaz AI-Xenomorph de Alien: Isolation, o en el alucinante sistema GOAP (Goal Oriented Action Planning) del videojuego FEAR. Pero también en juegos que evalúan nuestro comportamiento y gestionan la dificultad en tiempo real, como en The Division 2 o el futuro Watch Dogs: Legion.
Y también en cómo podríamos mejorar el rendimiento. Antes citábamos el software Command Center, el cual cuenta con una herramienta que actúa como una especie de coach virtual. Si le facilitamos acceso, se encarga de analizar y registrar nuestro uso para ofrecer distintas estadísticas y recompensas.
Pongamos que estamos jugando a CS:GO. Lo que hace esta es recabar datos de al menos cinco partidas, analizarlas y ofrecernos una serie de propuestas para mejorar nuestro KD (ratio de bajas y muertes).
Esta tecnología ya se aplica en los centros de alto rendimiento de los eSports. Y si seguimos la pauta lograremos ser imbatibles en el online. Un servicio gratuito en la actualidad —durante un año— que va acompañado de otro, las recompensas (Rewards), diseñadas para ofrecer premios y descuentos según nuestra participación y resultado en distintos torneos y eventos online.
Reconocimiento facial y seguimiento ocular
Ya existen tecnologías como Intel RealSense que mapean los movimientos de nuestra mano mediante cámaras 3D, algo probado en juegos como Warrior Wave. Otros juegos mapean nuestro rostro y nos convierten en un personaje jugable, como NBA 2K.
En cuanto al seguimiento ocular, muchos monitores ya lo están incorporando. El eye tracking se está utilizando como tecnología avanzada para cirugía y es también una de las herramientas más conocidas en el mundo del gaming. Mediante seguimiento ocular podemos detener la partida y mejorar el rendimiento del HDR, o incluso acceder al menú sin tocar el mouse, solo con un pestañeo.
No es sci-fi: el dispositivo que detecta el movimiento de nuestros ojos se coloca en la parte inferior del monitor, y enfoca la pantalla hacia donde estamos mirando. En un shooter, por ejemplo, esto se traduce con cambios de enfoque, de apuntado, pero también podemos configurar la sensibilidad y establecer perfiles para, incluso, disparar con la mirada. Si esto no es una revolución en el gaming, que baje Superman y lo vea. Pero que no dispare láseres.
Estado sólido, cero tiempos de carga
Y si 2021 será el año del ray tracing, 2020 lo está siendo de los discos de estado sólido. Llevan un tiempo entre nosotros y han revolucionado nuestra forma de entender el viejo instalar y jugar. O descargar e instalar. Abandonados los CD’s y DVD’s, buenos son los discos NVME SSD con tiempos de respuesta inmediatos y lectura/escritura hasta cincuenta veces más rápidos que un disco duro físico de toda la vida.
La nueva familia portátil de OMEN by HP ha tenido este movimiento claro desde el principio. Estos equipos arrancan el sistema operativo y cargan los juegos en un click haciendo uso de las más actuales versiones de SSD PCIe, RAID 08 y la memoria Intel Optane, con tasas de velocidad hasta 1000 veces más altas que una memoria flash y capaz de memorizar de forma dinámica nuestra forma de trabajar, logrando ejecutar las tareas más frecuentes entre dos y tres veces más rápido.
Es tan rápida y versátil que sirve, en caso de necesidad, como una especie de memoria caché de apoyo para los módulos RAM. Si alguna vez has jugado con un ZX Spectrum estarás alucinando con esto: lo de irte a preparar un café mientras carga la cinta ahora parece cosa del neolítico.
Doble pantalla, doble función simultánea
Y dejamos para el final el último grito. Los mejores portátiles gaming del mercado están apostando por esta tendencia que está abriendo un mar de posibilidades.
Aunque depende de los desarrolladores aprovechar esta posibilidad, la segunda pantalla del HP OMEN X 2S, primer laptop con doble pantalla del mercado, es ventana completamente táctil de 6 pulgadas. Y supone un cambio de paradigma tanto en la comunicación como en la gestión de información mientras jugamos.
Es algo que ya explicamos a fondo, pero para profundizar sin repetirnos, aquí van un par de pautas: podemos revisar estadísticas sin salir del juego, revisar la configuración de Discord mientras jugamos, o responder al chat de Twitch mientras hacemos un stream. Una evolución lógica que hibrida entre lo mejor de un portátil y lo mejor de un smartphone.
Imágenes | HP