Las entradas para la gran final de la Overwatch League se han agotado. Blizzard ha conseguido crear una competición estable con un sistema de franquicias que ha reunido a los mejores equipos del globo. También a los mejores jugadores. En plena Fase 4, a un paso de las eliminatorias, seguro que tienes claro cuáles son tus jugadores favoritos.
Hoy tenemos que hablar de un histórico. En todos los deportes siempre hay un deportista o un equipo que destacan por encima del resto. En los eSports, por supuesto, ocurre lo mismo. Hoy dedicamos nuestro espacio al gran Fnatic.
League of Legends (LoL) es un juego muy complejo. La enorme cantidad de campeones, habilidades, sinergias, counters, objetos, temporizadores y todo eso que debemos grabar a fuego en nuestros sesos da lugar a una marabunta de mecánicas que se antoja prácticamente inabarcable para el iniciado en esto de los MOBAs.
League of Legends es un juego en continua evolución, lleno de pequeñas reglas internas que mutan con el paso del tiempo. Es la naturaleza de los juegos como servicio, un concepto de productos en constante cambio y evolución que capitanea el MOBA de Riot Games.
Winner, winner, chicken dinner. Las consignas de la victoria. Todos quieren cenar pollo en PUBG, incluso si eres vegetariano, pero para conseguirlo hay muchos elementos a tener en cuenta, desde el equipo con el que juegas hasta la aleatoriedad de la propia partida. No se trata sólo de ganar, sino de sobrevivir. Y para eso es mejor apuntarse más de una clave.
CS:GO es uno de los eSport que más tiempo lleva con nosotros. Gracias al auge de las competiciones internacional, el shooter de Valve ha ido evolucionando hasta copar los torneos más multitudinarios y las plantillas internacionales, ofreciendo en cada temporada auténticos espectáculos. Desde Sidney hasta Katowice.
